Es la primera vez en mucho tiempo que decido escribir a un público invisible y todo porque cierto personaje, al que llamaremos aquí Señor de las Estrellas, removió esa inquietud tanto tiempo dormida. ¿Qué ojos están recorriendo esta sarta de babosadas? Pues aunque no lo sé, espero que se sienta impulsado a decir lo que se le de la gana.
Apenas un ejercicio para "calentar la mano" y movilizar esa capacidad de contar historias que viene inherente al ser humano.
¿Qué podría empezar por contar? Que pese a mi extraño gusto por las labores administrativas, ahora sufro como todos, matándome la cabeza con algo que nunca había yo hecho: un presupuesto. Empiezan a surgir preguntas del tipo ¿servirá de algo tanto esfuerzo? Vainas que se pregunta uno con cualquier cosa que arranca. Y no le queda a uno más que confiar.
Escribo desde un escritorio en medio de una biblioteca más, pero que ya siento como mía. Involucrarme en procesos tan distintos del trabajo creativo con los libros, hace que sienta cómo me hundo inevitablemente en un mundo que adoro. Amplía la mente saber que más allá de lo romántico, hay problemas "reales" influyendo en esa pasión que me genera trabajar en una biblio.
Un nuevo día empieza sazonado con la música que me gusta y a pesar de lo que pasa en mi interior, la sonrisa aflora y arranco...
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